40 REVISTA P. Recientemente, el FMI ha hecho unas previsiones muy negativas sobre la eco-nomía española. No sé si eres tan pesi-mista. La recuperación ¿va a tardar más de lo previsto?, ¿en qué bases crees que se tiene que asentar el relanzamiento de la actividad? R. Es cierto que el FMI ha mejorado las pre-visiones para nuestro entorno, pero no para España. También que sus previsiones de cre-cimiento para este año son, por poner un ejemplo, algo más pesimistas que las que manejamos en CEOE. Sin embargo, creo que en un escenario de tanta incertidumbre las previsiones pueden cambiar y lo que nos queda es avanzar, seguir trabajando y tratar de conjurar todos esos pronósticos. ¿Cómo? En ese sentido, coincidimos con el FMI y con el Banco de España también. Hay que mantener los estímulos desplegados todo el tiempo que sea necesario para sos-tener el tejido productivo y el consumo de las familias. Para seguir manteniendo en pie la economía. Y de fondo, es imprescindible que hagamos un buen uso de los fondos eu-ropeos a los que me refería antes. Tenemos ante nosotros hasta 140 000 millones de euros para recomponer la economía. Cuando digo recomponer, no es solo reavivarla, sino dar lugar a un modelo productivo más indus-trial, más digital y más sostenible. Un modelo mejor, en el que la productividad crezca y nos permita generar más y mejor empleo. Tenemos la posibilidad de levantarnos y ser mejor. Por parte de CEOE, seguimos traba-jando sin descanso en la Oficina Técnica de Apoyo a Proyectos Europeos para tratar de facilitar el acceso de las empresas que tengan proyectos en esa línea a estos fondos. P. En tus últimas intervenciones te noto preocupado sobre la situación política, en concreto sobre el radicalismo en el que están algunos responsables. El nue-vo liderazgo, ¿tiene que ser sí o sí más moderado? R. En efecto, creo que nos sobra ruido y que la sociedad española lo que nos está pidiendo es que cojamos el timón con firmeza, focali-zados en nuestros objetivos y que trabaje-mos hombro con hombro. Eso implica dejar los extremos a un lado y rebajar las tensio-nes, actuar desde la moderación y construir, construir y construir. Eso es algo que nos debemos aplicar todos, porque todos somos parte de la solución. Desde la clase política, hasta el ciudadano de pie y los empresarios. Hay mucho en juego como para seguir en la disputa y la crispación.